¿NECESITO UN CRM EN MI FARMACIA?

Seguimos recuperando post de Farmacia Digital publicados entre 2017 y 2018

BY OPERACIONES SFD, 17 NOVIEMBRE, 2016

Mucho se está escribiendo sobre «business intelligence«, negocio inteligente, o CRM, modelo de gestión centrado en la satisfacción de los clientes. Además de artículos sobre aplicaciones y software para mejorar la rentabilidad de las farmacias.

No hay que desmentir que un buen CRM aporta conocimientos sobre los clientes, detalles de posibles ventas, oportunidades de marketing cruzado, etc. Pero, ¿es totalmente necesario que una farmacia disponga de un CRM para poder realizar la gestión de sus campañas? La respuesta es no, al menos al principio.

Lo esencial es generar una base de datos de tus clientes y, para ello, puedes usar un magnífico CRM, que puedes encontrar en muchas empresas del sector o, simplemente, explotar la base de datos del software de gestión que tienes implantado en tu farmacia (Unycop o Farmatic, entre otros). Si quieres saber claves para comenzar a generar una base de datos, lee este artículo (pinchar aquí).

Lo primero que hay que tener en cuenta es para qué vamos a usar nuestra base de datos. ¿Queremos mejorar la fidelidad, potenciar las ventas o dar una mejor experiencia a los pacientes/clientes cuando vienen a nuestra farmacia? ¿Por qué no todo?

A partir de aquí, tenemos que saber que la clave de la gestión de clientes (CRM) y del marketing no es la herramienta, aunque por supuesto ayuda. El secreto está en saber qué se quiere y puede hacer, para definir unos objetivos claros y poner en marcha las acciones necesarias para conseguirlos.

¿Qué beneficios tiene una buena gestión de clientes?

  1. Determinar el perfil de cliente (sexo, edad, zona, preferencias, familiar o single) que se lleva un tipo de producto o en qué fecha, es una información muy valiosa para configurar las campañas. Así, te adelantarás en tus pedidos y sabrás qué negociar con la central de compras.
  2. Pronosticar qué necesitan tus clientes para enviarles promociones específicas diseñadas sólo para ellos. Conocer sus necesidades, compras recurrentes y aconsejarles. En definitiva, convertirte en na fuente fiable de apoyo a la hora de construir relaciones comerciales con los clientes.
  3. Pero no podemos olvidar la vertiente “paciente” de cada cliente. Seguro que estar al tanto de sus necesidades de salud, te permitirá asesorarles mejores prescripciones, hacerles un seguimiento de sus afecciones más comunes para proponerles talleres formativos/informativos, e incluso, revisar el uso de su medicación. Todos los nombrados anteriormente, son conceptos clave para mejorar la fidelidad de estas personas. 

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